El pasado domingo, vivimos un tiempo único y lleno de gozo. Algunos de nuestros hermanos dieron testimonio público de su fe en el Señor a través del bautismo, declarando ante el mundo que han muerto al pecado y resucitado con Cristo.
Fue un momento especial donde el amor de Dios se hizo visible . Como familia de la fe, celebramos su decisión de caminar en obediencia y rendición total, uniéndose al propósito eterno de Dios.
El bautismo no es solo un símbolo; es un acto de fe que transforma vidas. Si aún no has tomado este paso, Dios te está llamando. No postergues más esta decisión que marcará tu vida para siempre.
Escríbenos, queremos acompañarte en este paso tan importante. ¡Hoy es el día de obedecer!


